NO ME ATREVO A DECIR

                                                 Fotografía de Sherry Gautreau




No me atrevo a decir

donde llega la marea de mi angustia,

cuando esas voces te poseyeron.

Lucha, lucha en tu interior decía,

defiéndete entre las olas de tus células.

Vendería muchas cosas al diablo

por verte caminar sana,

Asesinaría por quitarte todo el sufrimiento,

no a los inocentes

pero si encontraría candidatos,

por caminar de nuevo y tu sonrisa con él.



Éramos los tuyos.

Los amados niños sin inocencia,

los desterrados de las tardes

de trenes de juguete y olas azules.

Los que sujetábamos tus manos,

éramos nosotros

contenidos de lágrimas.

Era la respiración envuelta en tos,

y el suspiro de tu mente que luchaba.

El manto donde esconderme

de mi sed de ternura.