ENCRUCIJADA
Fotografía de Göran Ebenhart |
En
el paraíso dicen
que
pasan tan lentos los días
que
el caer de una hoja
produce
un fugaz sueño que te invade y habla.
Oyes
al sol llamar silenciosamente,
a
la hora de la resurrección;
no
lo esperabas, justo al iluminarse la cara
con
el rayo de sol del medio día;
que
se alarga y olvida todo dolor.
He llegado hasta
aquí, y recosté la espalda sobre la cruz de piedra al borde del camino, ya a
las afueras de la urbe. Veo el errático sendero seguido para llegar hasta
este punto. Si cierro los ojos una gran ciudad vuelve a rodearme, sus sonidos,
olores y vientos sobre puentes de piedra, veo otras cruces similares, veo líneas interiores, donde estoy, puntos perdidos en un callejero, con similares caminos intrincados
como el mío, para verlos tengo que cerrar los ojos.
Busco aislarme,
busco sólo los símbolos que no signifiquen preceptos; allí cada detalle en su
momento implicó un significado distinto dentro de las conversaciones en la
ciudad, aquí, descansando en la cuneta los detalles tienen un significado más
claro. Las cruces son puntos de un camino que para nada es el de todos los días,
más bien es un laberinto que parecen formar los propios pensamientos.
1 Comments:
Detalles que avivan los días y el pensamiento.
Encrucijadas que desafían al destino.
Paraísos en órbitas constantes.
Gran reflexión.
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