EL AMOR DUELE Y ENFERMA EN OCASIONES
fotografía María Sayago
ya procura el papel sacármelo amablemente.
Tu color posee la línea que responde al éxito.
Pero mi barco no sustentará tu nombre,
y dos velas rotas tendrá para morir muy joven,
deseando cerrar la madera abierta de su mástil.
No deberíamos haber cruzado esa línea
cuando nos reímos en aquella playa,
no deberíamos haber luchado en la luna.
No deberíamos haber resucitado inundados de perlas,
sudor y rayos de nuestras tormentas.
Pero respiras hondo y el milagro elegido
al haber encontrado la persona capaz
de acercarte a llorar desde una luz, toma forma.
De ella recibes un cuenco mágico con dones
llenos de mares limpios.
Alabando el conjuro que puso en marcha
la química del aire para encontrarla,
en la difícil profundidad de conocerla nuevamente,
hasta conseguir libertar los últimos registros,
que por alguna razón atenazados a la piel,
martilleaban la delgada capa que todos los días,
nos ponían en sociedad. Para olvidar ciertas palabras.
Pareciéndose a las canciones de Edith Piaf
provocadoras que el compás triste se combe,
hasta ahogarnos en ternura dolorosa.
Y te salvas, y soplas a las puertas del sol
dejándote calentar tranquilo en contemplación,
guardando a tu amor en el envés
de las hojas caídas al paso del ave,
hasta el día que el aire muera en los oídos.
(Poema publicado en la revista nº7 salto al Reverso http://saltoalreverso.com/2015/06/13/revista-salto-al-reverso-7/)
1 Comments:
me pillas muy enfermito... preciosa manera de expresarlo
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