sábado, agosto 1

UNA SOMBRA POETICA

                                    fotografía "Rue des Plantes", 1950, Todd Webb



Tendrían que desarmarme y reprogramarme para convertirme en otro. Tendrían que quitarme los huesos, los sueños y envenenarme.

Sobre eso, los hombres condenados, no tengo protesta, ni fuerzas para inventar excusas, ni para luchar en las filas de los que buscan mártires.

Sobre ti no puedo tomar decisiones. Eres la sombra que vigila.

No perteneces a mi índice de valores en bolsa, ni tienes nada que ver con mi cuenta bancaria a fin de mes, tampoco necesito llevarte en la mochila o guardarte en un lugar. No perteneces a mis materias más valiosas. En cambio los filamentos de cada día son del color de tu piel, la que regala luz en forma de libertad.


Me convertiré en un Baudelaire de un París que se recrea al pasear tranquilo por delante de las librerías. Una antigua añoranza, que tiene en algún momento del día flores malditas.

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